PENSAMIENTO ANALÍTICO
EL OSCURANTISMO MEDIEVAL
Autor: Augusto Gayubas /Enciclopedia de Humanidades
¿Qué es el oscurantismo?
El
oscurantismo es la tendencia a obstaculizar el conocimiento y mantener sin instrucción a los sectores populares,
que el humanismo y la Ilustración atribuyeron a la Iglesia católica de la Edad Media y la Edad Moderna. En general, se emplea el término para caracterizar al
Medioevo como una época dogmática, dominada por la Iglesia y
sometida a la superstición religiosa. El término oscurantismo nació en el siglo
XVI y fue empleado a partir del siglo XVIII por los filósofos ilustrados,
que se oponían a la oscuridad religiosa y proponían, en cambio, que el
conocimiento solo podía ser iluminado por la luz de la razón. Los ilustrados y
los liberales de los siglos XVIII y XIX también dieron importancia a la
difusión de la educación (contra la restricción del conocimiento) o la
educación estrictamente religiosa, fomentada por los sectores más conservadores
de la Iglesia.
Si bien algunas prácticas e instituciones de la Edad Media representaban muchos aspectos de lo que se denominó oscurantismo (por ejemplo, la Inquisición, la censura de ideas o la restricción eclesiástica del conocimiento), algunos historiadores sostienen que considerar a esta época como una “edad oscura” equivale a simplificar una situación mucho más compleja, en la que, junto al dominio opresivo de la Iglesia, se desenvolvieron ideas filosóficas, innovaciones técnicas, estilos artísticos y fenómenos como el comercio y el urbanismo.
El origen del término “oscurantismo”
El
término “oscurantismo” surgió a partir del título de la sátira Cartas de los hombres oscuros (en
latín, Epistolae Obscurorum Virorum)
del siglo XVI. Esta sátira trataba sobre la disputa entre el humanista alemán
Johannes Reuchlin y unos frailes dominicos, parodiados como hombres oscuros que
apoyaban la quema de libros no cristianos y obstaculizaban el saber humano. En
el siglo XVIII, los intelectuales de la Ilustración emplearon el término
“oscuro” para calificar los aspectos conservadores y supersticiosos del
pensamiento religioso y las estructuras eclesiásticas. Por esta razón, se
vinculó este término a un período histórico en particular, la Edad Media, que
fue entendida como una época oscura que se situaba entre la antigüedad clásica
y el Renacimiento. Esta concepción tenía un
antecedente en autores como Petrarca (1304-1374), que creían que estaban
dejando atrás la oscuridad del Medioevo.
En la actualidad, se sigue empleando el término oscurantismo religioso en referencia a cuestiones vinculadas con la Iglesia, la teología, la restricción del conocimiento y la tradición ortodoxa de diversas religiones, y se incorporó otra idea de oscurantismo que define al uso de un lenguaje deliberadamente complejo para la exposición de ideas filosóficas.
El oscurantismo religioso medieval
La
caracterización de la Edad Media como una época de oscurantismo religioso,
y de las instituciones eclesiásticas de la Edad Moderna como una continuidad de
esa época oscura, se sostuvo en una serie de características específicas de la
sociedad medieval:
El dominio del dogma católico y la palabra de la Biblia por
sobre el uso de la razón, el pensamiento crítico y la ciencia.
La restricción del conocimiento a un pequeño grupo de personas,
mayormente clérigos, y el mantenimiento de los sectores humildes en la
ignorancia. En épocas de relativa expansión de la educación a otros sectores
sociales, a fines de la Edad Moderna se denunció el monopolio y
control de la instrucción por parte de la Iglesia.
La censura de publicaciones consideradas contrarias al dogma,
lo que atentaba contra cualquier atisbo de libertad de expresión.
El teocentrismo, que ponía a Dios en el centro de todas las
cosas y reducía al individuo a un lugar subordinado o marginal, a
diferencia del antropocentrismo propuesto por el humanismo y la Ilustración,
que hacía hincapié en el ser humano y su capacidad de decisión.
La intromisión de la Iglesia
católica y
sus preceptos religiosos en todos los órdenes de la vida de las personas.
La difusión, entre los sectores humildes, de
ideas conservadoras que legitimaban la autoridad religiosa de la Iglesia y
el poder político de la monarquía.
La legitimación de la división de la
sociedad en estamentos (algunos
privilegiados y otros perjudicados), considerada como dictaminada por Dios, y
el estímulo a la sumisión de los campesinos y otros sectores humildes.
La institución de la Inquisición, que condenaba todo aquello que
consideraba herejía mediante el uso de la denuncia, la tortura y las
ejecuciones públicas.
Críticas a la idea de oscurantismo medieval
El arte medieval expresaba generalmente temas cristianos y
era estrictamente vigilado por la Iglesia. Sin embargo, produjo obras de
importante valor estético y dio forma a tres estilos que tenían sus
particularidades: el prerrománico, el románico y el gótico.
La literatura medieval estaba limitada por la censura de la
Iglesia. Eran comunes los textos sobre las vidas de santos, las reflexiones
teológicas y la poesía cristiana. Sin embargo, también se compusieron cantares
de gesta, relatos de caballería y romances folclóricos.
Las innovaciones técnicas y tecnológicas no fueron raras en la Edad Media. Algunas
surgieron por contactos con poblaciones árabes o bizantinas, y otras por
experimentaciones propias. En general, tenían que ver con fines prácticos, como
mejoras en la navegación y en la guerra, o el incremento de la producción
agrícola.
Si bien el
método científico fue desarrollado durante los años del humanismo renacentista,
algunos teólogos medievales, como Guillermo de Ockham (c. 1285-1349),
pusieron las bases de la observación y la
experimentación. Por su
parte, la alquimia, que se desarrolló gracias a figuras como Roger Bacon
(1214-1294), fue un antecedente de la química.
Las universidades nacieron durante el Medioevo y se ocuparon
principalmente del estudio de la teología. Sin embargo, también impartían derecho,
retórica, medicina, aritmética, geometría y astronomía, entre otras materias. Además, se daba importancia a las ideas
filosóficas de Aristóteles, aunque acomodadas a la doctrina cristiana. Uno
de los intelectuales destacados de esta época fue Tomás de Aquino (c.
1225-1274). Aun así, el dogma religioso ponía límites al conocimiento (por esta
razón, hasta bien entrada la Edad Moderna, se censuró y persiguió a quienes
planteaban ideas consideradas heréticas, como la que planteaba que la Tierra no
era el centro del universo).
Las ciudades y el comercio vivieron un importante impulso durante la
Edad Media, lo que a la vez incidió en el surgimiento de una nueva clase social, protagonista de procesos de transformación social y política en los
siglos siguientes: la burguesía.
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