martes, 15 de julio de 2025

PENSAMIENTO ANALÍTICO GUÍA # 7- EL IMPERIALISMO Y RACISMO

 

INSTITUCION EDUCATIVA INEM JORGE ISAACS DE CALI

AÑO LECTIVO 2025

 

Campo de formación: Desarrollo humano y social

Asignatura: Ciencias sociales

Grado:8

Investigador:

Maestro: Sísifo Raskólnikov

Derechos básicos de competencias: La Edad de las Revoluciones

Tema 5: Colonialismo, esclavitud y racismo- Protestantismo y colonias

PENSAMIENTO CRÍTICO

EL IMPERIALISMO COMO BASE DEL RACISMO

ELVIRA MEGÍAS – BLOG LA PLAZA

En el siglo XIX, las potencias económicas de Europa se repartieron el mundo en distintos procesos coloniales. A mediados del siguiente siglo, se llevó a cabo el proceso de descolonización, donde gran parte de las colonias restantes se independizaron de sus respectivas metrópolis; y sobre el papel, no quedaba aparente sistema de dominación colonial. Sin embargo, el presente nos demuestra una realidad completamente distinta: el mundo, aunque de forma más sutil, se sigue moviendo en torno a los intereses de las antiguas potencias coloniales y, con ello, el racismo sigue presente en nuestros días.

 Este racismo es una herramienta ideológica, cuyo propósito es justificar las mencionadas acciones de dominación imperialista. Tiene su origen, como hemos mencionado, en el proceso de colonización mundial: si se considera que un pueblo es inferior, está justificado invadirlo, expoliar todas sus riquezas y cometer todo tipo de atrocidades en su territorio. Durante la expansión colonial de Europa, se racializó a las poblaciones colonizadas, estableciendo una jerarquía racial con este propósito, es decir, justificar ideológicamente y por completo su dominación total.

 Hoy en día, el imperialismo sigue existiendo, aunque en una forma modernizada. Algunos autores lo denominan neocolonialismo, donde el control ha dejado de ser territorial y ha pasado a ser político, económico y diplomático. Las naciones que se establecieron como dominantes durante el periodo de colonización han seguido ejerciendo su control sobre el resto del mundo en todos los ámbitos, aunque de forma más “encubierta” y sin necesitar en todas las ocasiones del control territorial o militar. Precisamente, el imperialismo es un mecanismo del capital para hegemonizar su sistema, y expandirlo globalmente en beneficio de los países desarrollados. Y con éste, viene de la mano otra herramienta: el racismo, para justificar esta dominación. Puesto que el sistema capitalista sigue vigente hoy en día, y por tanto también los mecanismos del capital ya mencionados, el racismo seguirá existiendo hasta que se acabe con su raíz, es decir, el capitalismo que lo mantiene.

 Así pues, existe una clara relación entre racismo e imperialismo. Estos conceptos están presentes en nuestra vida cotidiana, aunque la mayoría de los medios de comunicación, movidos por los intereses de las clases dominantes, no informen sobre ellos. Por mucho que en ocasiones no seamos conscientes, son los causantes de los estereotipos y prejuicios racistas, pero sobre todo de un racismo estructural presente en todas las esferas de la sociedad actual.

 Aunque el colonialismo se base en el control de otras tierras, las consecuencias culturales que tiene son muchas: pérdida de identidad de las poblaciones colonizadas, apropiación cultural, implantación de nuevas conductas y formas occidentales (destacan el idioma, las costumbres o la indumentaria) y la explotación de la tierra y de los habitantes, entre otros. Todo lo nombrado anteriormente puede incluirse y definirse como aculturación, es decir, el proceso de recepción de otra cultura y de adaptación a ella, lo que conlleva pérdida de la cultura propia. El neocolonialismo también produce estos cambios, ya que es otra de las formas que puede tomar el imperialismo. La cultura hegemónica hoy en día es implantada por Europa y Estados Unidos, así como también las multinacionales que proveen de la mayoría de servicios o productos provienen de estas dos zonas, precisamente las que se establecieron como hegemónicas en la colonización del mundo.

 CONTRA LA DOMINACIÓN-Autor: Boaventura De Sousa Santos

La dominación social, política y cultural siempre es el resultado de una distribución desigual del poder en cuyos términos quien no tiene poder o tiene menos poder ver sus expectativas de vida limitadas o destruidas por quien tiene más poder. Esta limitación o destrucción se manifiesta de diferentes maneras: desde la discriminación hasta la exclusión, desde la marginación hasta la liquidación física, psíquica o cultural, desde la demonización hasta la invisibilización. Todas estas formas pueden reducirse a una sola: la opresión. Cuanto más desigual es la distribución del poder, mayor es la opresión. Las sociedades con formas duraderas de poder desigual son sociedades divididas entre opresores y oprimidos. La contradicción entre estas dos categorías no es lógica, sino más bien dialéctica, ya que ambas forman parte de la misma unidad contradictoria.

 Los factores que están en la base de la dominación varían de época a época. En la época moderna, digamos, desde el siglo XVI, los tres factores principales han sido: el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. El primero es originario de la modernidad occidental, mientras que los otros dos existían antes, pero fueron reconfigurados por el capitalismo. La dominación capitalista se basa en la explotación del trabajo asalariado por medio de relaciones entre seres humanos formalmente iguales. La dominación colonial se basa en la relación jerárquica entre grupos humanos por una razón supuestamente natural, ya sea la raza, la casta, la religión o la etnia. La dominación patriarcal implica otro tipo de relación de poder, pero igualmente basada en la inferioridad natural de un sexo o de una orientación sexual.

 Las relaciones entre los tres modos de dominación han variado a lo largo del tiempo y del espacio, pero el hecho de que la dominación moderna se asiente en los tres es una constante. Al contrario de lo que vulgarmente se piensa, la independencia política de las antiguas colonias europeas no significó el fin del colonialismo, significó la sustitución de un tipo de colonialismo (el colonialismo de ocupación territorial efectiva por una potencia extranjera) por otros tipos (colonialismo interno, neocolonialismo, imperialismo, racismo, xenofobia, etc.).

 Vivimos en sociedades capitalistas, colonialistas y patriarcales. Para tener éxito, la resistencia contra la dominación moderna tiene que basarse en luchas simultáneamente anticapitalistas, anticoloniales y antipatriarcales. Todas las luchas tienen que tener como objetivo los tres factores de dominación, y no solo uno, aunque las coyunturas puedan aconsejar que incidan más en un factor que en otro.

 El siglo XX fue de los siglos más violentos de la historia, pero también se caracterizó por muchas conquistas positivas: desde los derechos sociales y económicos de los trabajadores hasta la liberación e independencia de las colonias, desde los movimientos de los derechos colectivos de las poblaciones afrodescendientes en las Américas y de los pueblos indígenas hasta las luchas de las mujeres contra la discriminación sexual. Sin embargo, a pesar de los éxitos, los resultados no son brillantes. En las primeras décadas del siglo XXI atravesamos incluso un período de reflujo generalizado de muchas de las conquistas de esas luchas. El capitalismo concentra la riqueza más que nunca y agrava la desigualdad entre países y dentro de ellos; el racismo, el neocolonialismo y las guerras imperiales asumen formas particularmente excluyentes y violentas; el sexismo, a pesar de todos los éxitos de los movimientos feministas, sigue ejerciendo violencia contra las mujeres con una persistencia inquebrantable.

 

 ESTRATEGIAS PARA APRENDER A PENSAR / DISEÑE GRÁFICO MAPA CONCEPTUAL EL IMPERIALISMO NEOCOLONIAL





DISEÑE GRÁFICO MAPA CONCEPTUAL EL IMPERIALISMO NEOCOLONIAL


sábado, 24 de mayo de 2025

DOCUMENTAL: La independencia de las colonias americanas 1775

 


DOCUMENTAL: LA INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AMERICANAS 1775

Estrategia para aprender a pensar – debate

Diseñe mapa mental acerca de la revolución francesa




domingo, 11 de mayo de 2025

PENSAMIENTO REFLEXIVO .LAS REVOLUCIONES BURGUESAS - GUÍA #6

 


                    


Derechos básicos de competencias: La Edad de las Revoluciones Burguesas

Tema 5: Las revoluciones burguesas en Europa y América

Guía formativa # 6 – PENSAMIENTO REFLEXIVO

LAS REVOLUCIONES BURGUESAS DE LOS SIGLOS XVII-XIX

AUTOR: Abraham Aparicio – science direct

 

La Revolución burguesa es un concepto historiográfico que se desarrolla entre los siglos XVIII y XIX. Hace referencia a un movimiento social con un importante componente burgués. Dicho movimiento, a su vez, propone cambios políticos y económicos de fondo. En otras palabras, una Revolución burguesa es aquella que tiene como protagonista a la burguesía o grupos de individuos que pueden identificarse como la clase acomodada de una sociedad. En otras palabras, los burgueses son aquellas personas que suelen poseer propiedades y cierto capital acumulado. Esto, a diferencia de la clase obrera o los estratos más bajos. Las revoluciones burguesas se llevaron a cabo desde finales del siglo XVIII, siendo el ejemplo más representativo la Revolución francesa de 1789 (se dieron posteriormente otras revoluciones en Francia a inicios de siglo XIX). Lo mismo sucedió en otros países europeos y en América con la independencia de las colonias.

 

Se considera que las revoluciones burguesas finalizaron con la Revolución de 1917, en Rusia, donde ganó protagonismo la clase obrera. Conviene aclarar, antes de terminar, que antes del siglo XVIII se dieron otros movimientos que pueden considerarse como revoluciones burguesas precoces, como la Guerra de los ochenta años (1568-1648). Esta determinó la independencia de los Países Bajos respecto a la corona española. Otro ejemplo es la revolución inglesa de 1646, que se saldó con la pérdida del poder absoluto por parte del monarca inglés, en 1668. Así, se marcó el inicio de la democracia parlamentaria británica que conocemos.

 

Características de la revolución burguesa

Entre las características de las revoluciones burguesas, podemos destacar:

·         Persiguen un cambio en las instituciones, de manera que se abandone el Antiguo Régimen. Este es un término usado para denominar a los sistemas de gobierno existentes antes de la Revolución Francesa de 1789, es decir, principalmente monarquías europeas. Frente a ellas, las revoluciones burguesas propusieron la limitación del poder del monarca o su salida definitiva. Es decir, la idea era que el rey no tuviera un poder absoluto.

·         Las revoluciones burguesas fueron impulsadas por crisis económicas y políticas, en las que la sociedad sufría abismales diferencias entre el pueblo y la nobleza, pudiendo terminar en un cambio real del sistema político.

·         Algunas revoluciones burguesas proponen el sufragio, pero limitado. Por ejemplo, solo el voto masculino y no universal, excluyendo a la mujer.

·         Se propone la división de los poderes del Estado, en contraposición al absolutismo que postula la concentración del poder en el rey.

·         Suelen proponer dos formas posibles de gobierno: Una república (eliminando la figura del rey) o una monarquía constitucional parlamentaria, donde existe un parlamento con las atribuciones de gobernar, perdiendo el monarca su poder absoluto.

·         Estos movimientos se apoyaron en las ideas de la ilustración, corriente intelectual que se basaba principalmente en la razón. Así, tomaron fuerza ideas que para entonces eran revolucionarias, como que no deberían existir personas que por mandato divino nazcan con el derecho de dirigir a una nación, o que todos los seres humanos deberíamos ser iguales ante la ley.

 

Las revoluciones burguesas de los siglos xvii a xix, son llamadas así porque fue la burguesía (clase social económicamente próspera integrada por comerciantes, artesanos y profesionistas liberales) la que definió el espíritu de dichos procesos revolucionarios, y son importantes en la historia económica porque con su triunfo se crearon las nuevas instituciones de la sociedad que resultaron propicias para el desarrollo del modo de producción capitalista en sustitución del orden social y modo de producción feudal.

En el caso concreto de Europa, los procesos revolucionarios de carácter burgués se inician en Inglaterra en 1642, y tuvieron un gran auge entre 18I5 y 1848 con los cuales se consolidó el poder económico y político de la burguesía en buena parte del continente durante el siglo xix. El espíritu de las revoluciones burguesas se extendió a las colonias inglesas en Norteamérica, Francia y América Latina, lugares donde se consolidó un nuevo orden social que resultó propicio para el ulterior desarrollo del capitalismo.

 

La revolución inglesa del siglo xvii (1642-1689) significó el triunfo de la propiedad burguesa sobre la propiedad feudal, de la competencia sobre la estructura artesanal, del derecho burgués sobre los privilegios medievales, y fue una herencia ideológica para otros movimientos revolucionarios de tipo burgués contrarios al moribundo Medievo y el absolutismo.2 Hay que precisar que la burguesía inglesa era una clase social muy heterogénea, cuya masa fundamental la integraban comerciantes de medio pelo, la capa superior de los maestros artesanos, y empresarios de tipo no gremial organizadores de manufacturas e iniciadores de empresas coloniales. También integraba la burguesía mercaderes adinerados que se habían enriquecido por la protección del comercio interno (mercantilismo) y que estaban estrechamente ligados con la Corona en calidad de rentistas y financistas. Finalmente, una parte de la aristocracia feudal también estaba ligada con la burguesía en calidad de acreedores y participantes de las privilegiadas compañías mercantiles. La burguesía y la nueva nobleza (nobles de categoría inferior y personas que habían comprado algún título de nobleza) compartían un interés en común: querían convertir todas sus crecientes posesiones de tierra en propiedad libre de tipo burgués, libre de todas las trabas feudales. A esta pretensión se oponía el régimen absolutista que imponía el sistema de control feudal sobre la propiedad de la tierra, y los derechos feudales (renta feudal) que recibía la Corona sobre sus tierras (que era de lo que vivía la vieja nobleza). 

 

En las colonias inglesas en Norteamérica, la causa principal de la revolución de independencia de 1776 consistió en la confluencia de dos tipos de desarrollo que se excluían mutuamente: la creciente autonomía económica y política de la sociedad colonial y la política colonial imperialista que se implantó a partir de 1763. La lucha por la autodeterminación respecto a la Corona inglesa fue la decisión de una amplia y próspera clase media nativa para defender el libre desarrollo ulterior de su prosperidad, y para no someterse por más tiempo a los intereses económicos de la metrópoli.7 Fue el primer acto de defensa de las posibilidades de desarrollo de una nueva economía nacional, en la que si bien las diferencias en la distribución y la jerarquía social existían, no eran tan crasas como en Europa y había una amplia clase media que, tanto en las ciudades como en el campo, participaba de un bienestar en aumento.

 

En Francia, la revolución de 1789 hizo posible la implantación de un estado moderno que respondía a los intereses y a las exigencias de la burguesía, y proclamó sin ninguna restricción la libertad de empresa y de beneficios, despejando así el camino hacia el capitalismo. La burguesía revolucionaria logró destruir el viejo orden aliándose con las masas rurales y urbanas a las que hubo que dar satisfacción a través de la democracia, de modo que el instrumento de cambio fue la dictadura jacobina de la pequeña y mediana burguesía apoyada en las masas populares.

 

 Las revoluciones de independencia de las colonias españolas en América Latina entre 1790 y 1824 tuvieron su inspiración directa en la Revolución Francesa, y al igual que en los tres casos revidados, lograron concretar la eliminación de las formas precapitalistas de producción, explotación y dependencia. Como resultado de los movimientos libertarios en la América hispánica se formaron estados nacionales como una expresión de la tendencia ineludible hacia a la formación de estados potencialmente burgueses, no obstante que como “revolución anticolonial” clases y estratos sociales divergentes, e incluso antagónicos, fueron aglutinados en el mismo grupo de “oposición colonial”.

 

ESTRATEGIAS PARA APRENDER A PENSAR – DIESEÑE GRÁFICO MAPA CONCEPTUAL




sábado, 19 de abril de 2025

PENSAMIENTO SISTÉMICO - LOS ULTRAS DE LAS LUCES - GUÍA FORMATIVA5

 

Derechos básicos de competencias:

Tema 4: El pensamiento de la Ilustración: Características del librepensador

Guía formativa # 4 De los libertinos barrocos a los pensadores radicales de las luces

PENSAMIENTO SISTÉMICO

 

LOS LIBERTINOS BARROCOS Y LOS ULTRAS DE LAS LUCES

AUTOR: MICHELL ONFRAY / CONTRAHISTORIA DE LA FILOSOFÍA

 

LOS LIBERTINOS BARROCOS.

El siglo XVIII es el Siglo de las Luces o de la Ilustración, el siguiente es el de la Revolución Industrial, el XX todavía no ha sido bautizado –podría ser el Siglo de los Fascismos...–, suponiendo que sea posible reducir cada época a unos cuantos términos, a una expresión, incluso a una sola palabra. Así, la oscura Edad Media condena este período a no ser otra cosa que una época de brutalidades, crueldades, barbarie, en la que no merece la pena detenerse... Así que Grand Siècle...

 

El término libertino existe, pero desde siempre ha servido prácticamente para todo. En un primer momento desacredita y descalifica a un hombre o un pensamiento: libertino es otra denominación del ateo, como se decía en la época, el reformado, el heterodoxo, el hereje, el hombre libre, o cualquier otro personaje que no creyera en el Dios de los cristianos con el fervor y la abnegación mental que exigía la Iglesia católica, apostólica y romana. En el siglo XVI, fecha de su aparición, la palabra sirvió a Calvino para atacar a los probables partidarios de la corriente de los Hermanos y Hermanas del Espíritu Libre. La etimología lo confirma, pues el libertino –el libertinus de los romanos– define al emancipado.

El libertino no niega la existencia de Dios. En cambio, este gran señor e individuo irreverente evoluciona a través de todo un espectro que incluye deístas y fideístas, pietistas y panteístas u otros creyentes, pero no ateos. Dios existe, sin duda, pero, al modo epicúreo, vive su vida, apenas se ocupa de la existencia de los hombres. Su ser no obliga a nada en la tierra, ni en moral, ni en política. De ahí la necesidad de someter estas dos instancias al régimen de la razón pura. El libertino está dispuesto a creer en Dios, pero no quiere que esta creencia tenga demasiadas consecuencias para su razón, su inteligencia, sus costumbres, ni para el uso que hace de sí mismo, de su tiempo, de su cuerpo, de su carne.

Un libertino barroco lee a Montaigne; y lo lee con atención, con precisión, su magna obra Ensayos. Además, el libertino barroco piensa a la vista del descubrimiento del Nuevo Mundo 1492. Por otra parte, el libertino barroco reflexiona recordando las guerras de religión. El libertino barroco recurre a un método escéptico. crítico. El libertino barroco reivindica una libertad filosófica total. Así, el libertino barroco crea una razón moderna. El libertino barroco rehabilita la moral inmanente epicúrea. El libertino barroco trata el cuerpo como cómplice.

CARACTERÍSTAS DE LOS ULTRAS DE LAS LUCES

Desde Platón, y luego con el cristianismo, la luz se asocia al cielo de las Ideas inteligibles o a Dios. Según la Re­pública, lo sensible proviene de lo inteligible de la misma manera en que toda claridad terrenal proviene de un fue­go celeste incorruptible, eterno, inmortal, increado. La luz propone una imagen, una alegoría, una metáfora de lo inexpresable. La luz, del fuego de la alegoría de la caverna a la radiación divina, caracteriza la potencia del otro mun­do, la fuerza de la trascendencia, la verdad de un más allá de lo real. La claridad ideal, la de Dios Padre, inunda el mundo hasta en sus detalles más insignificantes. Pero ese paradigma desaparece con el Grand Siècle: en filosofía, na­turalmente, con Descartes; pero también en física, con el propio Descartes, que se ocupa igualmente de óptica y de la refracción de la luz. También Boyle, Huygens y Newton trabajan con interés en estas mismas cuestiones.

 

El ateísmo. Los ultras se expresan con toda claridad: ¿la religión? Una superstición. ¿Dios? Una ficción. ¿El cristianismo? Una fábula. El uso correcto de la razón permite deconstruir el cristianismo y sus correlatos ideológicos: la falta, la culpa­bilidad, el odio a las mujeres, el cuerpo, los deseos, los placeres y la carne, el desprecio por este mundo, la exaltación del más allá y la pulsión de muerte. Advenimiento de la in­manencia radical. El mundo no depende de una Providen­cia divina, sino de una combinación de causas reductibles a procesos materiales.

 

El materialismo. En el mundo real todo se redu­ce a la mecánica de las partículas. La época inventa un ma­terialismo francés original y autónomo respecto de la física democritea o epicúrea. Hay menos interés por Lucrecio y su De la naturaleza de las cosas que por la observación cien­tífica del mundo.  La Enciclopedia enumera y detalla los saberes -química, geología, botánica, medicina, cosmogra­fía, mineralogía, zoología, hidrografía, óptica, etc.- perte­necientes a la ciencia de la naturaleza, método que vuelve radicalmente la espalda a la metafísica en una especie de anticipo del positivismo.

 

 El hedonismo.  Puesto que la ley no es obra de Dios, sino que todo obedece a la naturaleza, tratemos de aprender de ella, mirémosla, examinémosla y tomemos nota de qué nos dice para gobernarnos bien. Lo muestran los animales y también los niños: el placer y el dolor son los movimientos naturales conductores de nuestra acción. Por tanto, orientémonos por esa brújula e intentemos que­rer lo que nos apetece: amemos el placer al que tendemos y detestemos el sufrimiento del que nos alejamos naturalmente.

 

La revolución. La revolución está contenida ya en lo que antecede: la negación de Dios y el mundo inma­nente, la negación de las ideas puras a favor de un mundo material, la negación del ideal ascético en beneficio de un mundo hedonista. He aquí materia suficiente para revolucio­nes auténticas y sustanciales, revoluciones ontológicas, inte­lectuales, ideológicas, filosóficas.  Pero queda otro mundo por revolucionar; el de la política, por un mundo justo.

 

1.    LOS FILÓSOFOS DE LAS LUCES: BIOGRAFÍA MÍNIMA

VOLTAIRE / DIDEROT / CONDORCET / KANT / ROUSSEAU /

2.    PENSADORES DE LAS LUCES RADICALES

JEAN MESLIER / LA METTRIE / HELVECIO / HOLBACH / SADE

 

ESTRATEGIAS PARA APRENDER A PENSAR

DISEÑE MAPA MENTAL LOS LIBERTINOS Y LOS ULTRAS DE LAS LUCES

domingo, 6 de abril de 2025

PENSAMIENTO SISTÉMICO - LÍNEA DEL TIEMPO I


LÍNEA DEL TIEMPO DE LA MODERNIDAD

Complete sus datos personales en la hoja milimétrica

1. Trace las coordenadas paralelo y meridiano

2. Diseñe el gráfico de la línea del tiempo, con los números y siglos correspondientes

3. Complete la línea del tiempo teniendo en cuenta el hecho histórico más antiguo al más reciente.

4.  Ubique en los siglos los hechos históricos de acuerdo con los números de los siglos

5.   Distribuya los datos históricos sin que vayan a quedar amontonados y una dos siglos de un mismo hecho histórico

6.  Coloree los números de acuerdo con el siglo y trace con color los hechos históricos

7. Evite emborronar o tachar la prueba

8. Evaluación escrita

HECHOS HISTÓRICOS - EDAD MODERNA

L  LA SANTA INQUISICIÓN - SIGLOS XII - XIX / DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA 1492 /  COLONIALISMO - SIGLOS XV - XX / EDAD MODERNA SIGLOS XV - XVIII / FILOSOFÍA DE LA ILUSTRACIÓN SIGLOS XVII - XVIII / HUMANISMO SIGLOS XIV - XV / RENACIMIENTO DE LA CIENCIA- SIGLOS XVI - XVII / VOLTAIRE 1694- 1778 / DENNIS DIDEROT 1713 - 1784 / ISAAC NEWTON 1643 - 1727 /  MARQUÉS DE POMBAL 1699 - 1782 / ERASMUS DARWIN 1731 - 1802 / LAS CRUZADAS 1095 - 1272 / LA MATANZA DE LA NOCHE DE SAN BARTOLOMÉ - 1572 /  HEREJE CONDENADO GIORDANO BRUNO 1600 / HEREJE CONDENADO MIGUEL SERVET 1553 / ACUSADO DE HEREJÍA GALILEO GALILEI 1632 /  CLASE SOCIAL BURGUESA SIGLOS XI / TERREMOTO EN LISBOA 1755 / DESARROLLO COMERCIAL POR LOS DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS SIGLOS XV-XVI / CAÍDA DE CONSTANTINOPLA 1453 7 REFORMA PROTESTANTE - 1517 - 1648 7 INVENCIÓN DE LA IMPRENTA 1440

D





domingo, 23 de marzo de 2025

PENSAMIENTO SISTÉMICO - DOCUMENTAL LA ILUSTRACIÓN Y EL PODER DEL CONOCIMIENTO


PENSAMIENTO SISTÉMICO

DOCUMENTAL: LA ILUSTRACIÓN Y EL PODER DEL CONOCIMIENTO - HÉROES DE LA ILUSTRACIÓN 1

ESTRATEGIAS PARA APRENDER A PENSAR - DEBATE

1. ¿Podría usted diferenciar entre el conocimiento plasmado en el texto sagrado de la biblia y el libro de la naturaleza promovido por la Ilustración? Biografía y aportes de Isaac Newton

2. ¿Por qué consideraría usted que el conocimiento proveniente de los sentidos y la observación y no de la fe como revelación celestial contribuyó al desarrollo del pensamiento y la ciencia? Biografía y aportes de Dennis Diderot y la Enciclopedia

3. ¿De qué manera argumentarías el enfrentamiento a raíz del terremoto en Portugal entre la inquisición y el pensamiento ilustrado para explicar el origen del mal? Biografía y aportes del Marqués de Pombal

4. ¿Podría usted explicar las contradicciones entre el relato bíblico de la creación y la investigación científica de la formación de la tierra? Biografía y aportes de Erasmus Darwin


PENSAMIENTO ANALÍTICO GUÍA # 7- EL IMPERIALISMO Y RACISMO

  INSTITUCION EDUCATIVA INEM JORGE ISAACS DE CALI AÑO LECTIVO 2025   Campo de formación: Desarrollo humano y social Asignatura: Ciencias soc...